Blog

Luchando con mi emoción paralizante

Se entiende la incertidumbre como el estado de desconocimiento que tiene una persona acerca de lo que sucederá en el futuro. Ante este estado de desconocimiento sobre la realidad que nos toca vivir puede existir una sensación de inseguridad, de miedo o de titubeo que es probable que ocasione la parálisis de la persona en su toma de decisiones, sintiéndose bloqueado o con mucha preocupación por no permitirse la posibilidad de que algo “salga mal”.

 

Podemos reconocer algunas expresiones, creencias o sensaciones tales como:

Muchos son los papás y mamás que en algún momento de la crianza de sus hijos presencian y descubren que los niños mienten, aspecto que pone en alerta, dado que no ven la necesidad de dicha conducta, no se comprende y genera preocupación por saber si están educando de manera adecuada.

Hombre y niño leyendo

La lectura es una fábrica de sueños.

Ana María Matute.

Acompañando historias de vida

“Tal vez no conseguimos liquidar los problemas... pueden quedar huellas, pero podemos darles otra vida, una vida más soportable, a veces hermosa, incluso con sentido”. Boris Cyrulnick.

Agitación interna

La vida. Ese largo camino cargado de experiencias, pasiones, incertidumbres y deseos. Ese continuo estado de aprendizaje que nos coloca con los pies en el suelo y la vista en el horizonte. Nos permite sentir felicidad y otras veces sufrimiento, experimentando una dualidad como estado permanente de crecimiento.

Agresividad

Durante la última semana, la calle y los medios de comunicación de mi ciudad han estado llenos de comentarios acerca de la agresividad y la violencia en la juventud. Tanto es así, que he decidido recordar en este post algunos aspectos de la agresividad humana, a modo de invitación para reflexionar  juntos.

L@s niños desde su nacimiento requieren de unas necesidades básicas que el adulto ha de proveer como es el cuidado de su integridad física y emocional a través de las que, a su vez, van generando el vínculo de apego con sus progenitores.

Es un derecho de los niños que se les proteja; sin embargo, llega un momento en la que los adultos pueden llevar a cabo conductas sobreprotectoras, que lejos de proteger, genera en los más pequeños dificultades en su desarrollo, a medio y a largo plazo, limitando su autonomía y frenando su aprendizaje.

Terapia de Pareja

En la mayoría de las ocasiones, las parejas acuden a terapia buscando ayuda profesional tras un evento desencadenante como, por ejemplo, una infidelidad, como último recurso cuando la relación ya está muy deteriorada o simplemente porque es tan alta la conflictividad y la falta de entendimiento entre los miembros de la pareja que la terapia les parece la única solución posible. Lo cierto es que no deberíamos esperarnos a que la pareja esté a punto de romperse para poder mejorarla.