El regreso al trabajo o a las clases después de las vacaciones puede ser un momento estresante para muchas personas. Pasar unos días de desconexión y volver a las actividades y responsabilidades, puede suponer una sensación de desánimo y apatía que afecta en el estado de ánimo y en el rendimiento de nuestras actividades diarias.
“Tal vez no conseguimos liquidar los problemas... pueden quedar huellas, pero podemos darles otra vida, una vida más soportable, a veces hermosa, incluso con sentido”. Boris Cyrulnick.
Desde las 5 a.m. Ruth está despierta. No se decide a levantarse. Sabe que tiene que llamar al trabajo y avisar de que está enferma, igual que el lunes pasado. Su marido ya ha salido de casa y se ha llevado los niños al colegio. Se enfadará cuando se entere que ha vuelto a faltar al trabajo. Volverá a haber discusión. En el trabajo también se preguntarán qué le ocurre.