Como sobrevivir a la rutina después de las vacaciones

Depresión post-vacacional

El regreso al trabajo o a las clases después de las vacaciones puede ser un momento estresante para muchas personas. Pasar unos días de desconexión y volver a las actividades y responsabilidades, puede suponer una sensación de desánimo y apatía que afecta en el estado de ánimo y en el rendimiento de nuestras actividades diarias.

Últimamente está más presente el acuñar el término “depresión post-vacacional o síndrome posvacacional” dicho término se acuña popularmente para describir una serie de síntomas asociados que algunas personas experimentan después de regresar de un descanso vacacional o de unos días libres y vuelve a su rutina habitual. Es frecuente experimentar un estado de ánimo bajo o poca o nula motivación pero… ¿existe esto realmente como un síndrome o trastorno clínico o es simplemente un estado que experimenta una persona cuando vuelve a su rutina habitual?
Llama mucho la atención el hecho de que hace unos años no existiera este término y que se ha ido haciendo más popular en los últimos años. Esto nos hace pensar que, como en la vida, hay cambios en los estados emociones de las personas, la cultura o la sociedad que hacen que nos surjan nuevos problemas que antes no existían o bien no se les daba la importancia que se debe como sucede actualmente. El ritmo frenético de la vida moderna y la necesidad de ser constantemente productivos hace que depositemos muchas expectativas y exigencias de lo que supone el éxito, el sentimiento de autoeficacia y la satisfacción personal y lo que supone tener una rutina acorde a lo que la sociedad acepta o valora.

Esta relación causa efecto con la modernidad vigente puede hacer plantearnos qué estamos haciendo mal para cuestionarnos si un estilo de vida frenético es sinónimo de éxito o satisfacción o al contrario, procrastinar o parar sinónimo de fracaso y desánimo o sentimiento de culpa.

Hay autores que consideran que el síndrome posvacacional es un proceso de adaptación necesario cuando se entra en contacto nuevamente con la vida activa. Cuando ese proceso genera un malestar o una apatía podemos hablar de este proceso pero no se cataloga en ningún caso como enfermedad o trastorno clínico si no un estado de adaptación que conlleva una apatía normal transitoria.

Pueden haber problemas de insomnio por la vuelta a la rutina, irritabilidad, falta de toma de decisiones, también se ve alternada la capacidad de concentración, así como falta de motivación o un estado de ánimo bajo que afecta en los primeros días de incorporarse al trabajo.
Estos síntomas de desmotivación o apatía pueden ser el resultado de varios factores que interactúan entre sí:

  • Auto exigencia excesiva o presión para ser productivos: La expectativa de ser excesivamente productivo puede generar mayor estrés en los primeros días.
  • Expectativas poco realistas de lo que supone el éxito hoy en día para ser productivos: sobre todo cuando hay una culpa asociada que debemos trabajarla para tener tiempo de descanso y desconexión.
  • Una vida percibida como poco satisfactoria: esto puede suponer que la vuelta a la rutina suponga un sobreesfuerzo. Es por ello importante trabajar la toma de decisiones para poder tener el control de lo que consideramos importante.
  • Sensación de pérdida de libertad: Las vacaciones implican tener una ausencia de responsabilidades que implican una sensación de control y de libertad que puede ser interrumpida cuando estas acaban. En este caso es importante dedicarnos tiempo de ocio y tiempo libre e incluirla dentro de la rutina.

A continuación vamos a ver algunas pautas para sobrevivir a la rutina después de un período vacacional:

  1. Intenta volverte unos días antes a tu ciudad de origen: Es recomendable que si te vas de viaje o a una segunda vivienda no vuelvas la noche de antes. Intenta volver por lo menos un día para que haya una organización de tu horario, una planificación de cómo va a ser esa vuelta, descansa lo que necesites y vayas mentalizándote para lo que será la vuelta a la rutina. Intenta mantener una actitud optimista por la mañana y piensa en aquellos momentos de desconexión que tendrás durante el día.
  2. Intenta mantener una rutina de sueño estable: Es normal que cuando no tenemos obligaciones tengamos más tiempo para descansar y pasar más tiempo durmiendo, pero intenta que el cambio no sea muy brusco y más los últimos días para que el primer día de vuelta no aparezca el insomnio o el cansancio repentino los días posteriores.
  3. Intenta mantener una alimentación equilibrada y sana y prueba recetas que te gusten para cuando vuelvas a la oficina. Durante las vacaciones pasamos tiempo fuera de casa en bares o restaurantes pero es importante también disfrutar de la comida en casa para no notar esa ausencia.
  4. Haz planes agradables para volver mejor a la rutina: Intenta añadir dentro de rutina un plan como ir al cine, ver una serie o disfrutar de tu familia y amigos. El hecho de volver al trabajo o a las clases no significa que debamos renunciar a nuestro tiempo libre o a las actividades que nos resultan placenteras. Recuerda que el descanso es también esencial.
  5. Establece nuevos objetivos vitales y nuevas metas: Define aquello que quieres conseguir en los próximos meses y sobre todo que sean realistas. El hecho de mantener nuevas metas ofrece un sentido de positividad, motivación y compromiso.

Pero… volviendo a la pregunta del inicio del artículo a pesar del uso común en la sociedad ¿es un trastorno o un problema de salud mental? Pues no dudamos que no haya una apatía y una desmotivación o una sintomatología pero realmente no está oficialmente reconocido en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) ni en la CIE-10 por ello la falta de reconocimiento como un trastorno específico ha llevado a algunos expertos a cuestionarse su existencia. Puede ser entendido a su vez, como una experiencia común que afecta a muchas personas en mayor o menor grado y que tiene que ver sobre todo con la excesiva auto exigencia o poco descanso que nos permitimos por el ritmo de vida frenético actual.

En resumidas cuentas, es importante el autocuidado diario esté presente y las pautas que hemos visto hoy para volver a la rutina, pero deberíamos plantearnos si estamos teniendo un ritmo demasiado frenético en nuestra rutina habitual y potenciar el descanso, la conciliación familiar, el tiempo de calidad con los otros y con nosotros mismos y no solo a la vuelta de las vacaciones, si no adquirir estos hábitos que puede acompañarnos para siempre. Sobre todo, recordar que nosotros somos los que debemos marcar los ritmos sobre qué nos hacen bien de manera diaria para mejorar nuestra calidad de vida, y fomentar el autocuidado de una manera persistente y darle la importancia que se merece cada día de nuestra vida.

 

Psicóloga en Elche Arancha Vercet

Psicóloga adultos y adolescentes

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