En los años 40, el psiquiatra Eric Berne fue el precursor del "Análisis Transaccional".

Se trata de una teoría psicoanalítica de la personalidad y la acción social, un método clínico que analizaba todas las transacciones entre dos o más personas, sobre la base de estados del "yo", específicamente definidos.

Pero, ¿Qué quiere decir estados del Yo?

Según indica Berne, un estado del Yo es un patrón coherente de sentimiento y experiencia relacionado con el patrón coherente de conducta que corresponde. Es decir, todas las formas que tenemos de sentir, pensar y actuar, llevándolas a cabo desde una posición o estado de "YO Padre, "YO Adulto" o "YO Niño". Cada uno de estos estados del Yo se moverán entre dos polos, que nos llevarán a comportamientos más equilibrados o más polarizados.

El estado del "Yo Padre" tiene que ver con lo ético, lo correcto, lo moral. Aquellos mandatos y órdenes que recibíamos cuando éramos niños de nuestros padres, madres, tutores u otras autoridades. El "Yo Padre" es quien reprime, quien manda, quien delimita, quien apoya, quien ayuda o alienta. Premia las actitudes correctas y sanciona las incorrectas. Esta posición desde el "Yo padre" podrá tener un talante más crítico (limitar, sancionar, ordenar) o nutritivo (apoyar, acompañar, proteger).

El estado del "Yo Adulto" se refiere a aquella actitud de la persona desde lo responsable, lo objetivo, analítico, práctico y lógico. Es cuando se intenta llegar a la verdad, analizar la situación llegando a la decisión considerada más adecuada. Es aquella parte de nosotros que negocia, que pregunta y que recaba información para dar la respuesta objetivamente más correcta.

El estado del "Yo Niño" es el estado por el que todos pasamos. El niño pasa de un estado Natural a uno Adaptado. El Niño natural es aquel niño expresivo, emocional, impulsivo, que explora, pide, se queja o demanda, es aquel niño que cuando nace comienza a absorber todo el conjunto de información que el medio le transmite. Este niño natural progresivamente se convertirá en un Niño Adaptado, pues tendrá que aprender unas normas sociales, reprimir ciertas emociones e impulsos y adecuar su comportamiento a lo adecuado o inadecuado que aprende por la sociedad en la que se encuentra.

Todas las personas, actuaremos en diferentes momentos y situaciones desde los distintos estados del "Yo", ya sea, como "Adulto", "Padre" o "Niño". Estos estados son variables y cambiantes, pero siempre habrá ciertas tendencias a actuar desde un estado u otro. Convendrá ser muy consciente desde qué estados del Yo estamos actuando con nuestros hijos, pudiendo esta ser desde una posición más de Niño (a través del enfado, la rabia o tener un mal día y estar en la queja), desde el Padre (sancionar, recriminar, mandar) o desde el Adulto (escuchar, ser asertivos, negociar y buscar soluciones). Todas las actitudes son necesarias dependiendo del momento y situación que se dé, pero habrá algunas que serán más adecuadas y equilibradas a la situación que acontezca.

Encontrar un equilibrio entre mis distintos estados del Yo y entender cual es mi tendencia, será de gran importancia para ejercer un estilo educativo en nuestros hijos/as que los lleve a tener confianza, respeto, capacidad de autorregulación, seguridad, reflexión, negociación, control de los impulsos y libertad. Esto llevará a conseguir potenciar lo que Eric Berne llamaba el "Pequeño Profesor", aquel Niño que aprenderá a sobrevivir a base de intuición, ingenio y astucia. Este niño a través de la exploración de sus inquietudes encontrará un propósito de vida adaptado y adecuado que le potenciará como individuo, encontrando un equilibrio entre sus distintos estados del "YO".