Disfemia o tartamudez

En el caso de que aparezcan asociados factores emocionales (ansiedad y tendencia a evitar las interacciones sociales) es fundamental acompañar la reeducación logopédica con la intervención psicológica que le ayudará a controlar y superar sus emociones y aprenderá habilidades para comunicarse de manera más cómoda y segura.

Todos hemos oído alguna vez a alguien que se “atasca” hablando o es posible que nos haya sucedido en alguna ocasión a nosotros. Ese bloqueo es una falta de ritmo en el habla que afecta a la fluidez del mensaje y dificulta la comunicación.

¿Es normal que los niños tartamudeen?

Durante la adquisición del lenguaje, no es infrecuente que los niños, entre los 2 y los 5 años, experimenten disfluencias en el habla: así observamos que repiten sonidos al iniciar el habla (¡mamá, mamá mira esto!), que se paran en mitad de una palabra con dudas y vacilaciones (pues….pues no parece un gato), que alargan las vocales o emplean “muletillas” (mmmm, esto, pues, bueno) y todo se muestra sin tensión o esfuerzo por parte del niño.

Estas vacilaciones reciben el nombre de disfemia evolutiva o fisiológica que suele remitir por sí sola.

Sin embargo, los padres hemos de estar atentos y observar si estos bloqueos están acompañados de tensión, tics o muecas cuando intentan decir algo, movimientos o esfuerzos corporales al hablar, evitación de situaciones comunicativas, vergüenza para hablar en público, o cualquier signo que llame la atención por inusual.

La tartamudez conlleva también un importante aspecto emocional ya que condiciona la manera de comunicarse y relacionarse con los demás y la percepción del propio niño sobre sus capacidades verbales.

Por ello es fundamental si vemos alguna de estas alteraciones en el habla de nuestros hijos conocer si pertenecen al desarrollo habitual del lenguaje.

La intervención preventiva es muy importante ya que el niño aprende una manera fluida de hablar a través de estrategias para abordar con seguridad y eficacia su discurso. Trabajar estos aspectos a tiempo implica aumentar la confianza y seguridad en su propia habla y una mejora a la hora de entablar relaciones sociales.

 

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