El otro día volví a ver un vídeo de una campaña realizada por Unicef que me recordó la importancia de la educación sexual en los niños y niñas, de fomentar que estén bien informados desde edades tempranas como forma de prevención.
(Ver vídeo aqui: https://youtu.be/NUu0wqfYCag).
Educar la sexualidad es favorecer que un niño tenga una vivencia libre, sana y placentera de su cuerpo, de sus relaciones, de sus afectos. Para ello, es necesario que la violencia no forme parte de su forma de vivir y sentir la sexualidad.
Otra interesante campaña de prevención infantil, enfocada a poner fin a la violencia sexual, fue la publicada hace algún tiempo por el Consejo de Europa, “Uno de cada cinco”, dirigida a niños entre 3 y 7 años. A esta campaña pertenece “La Regla de Kiko”, que explica de manera sencilla como protegerse de un posible abuso sexual.
Considero de suma importancia destacar la parte de responsabilidad de los adultos en cuanto a la prevención y protección. Los niños pueden percibir que algo no está bien, pero también puede que no sepan cómo explicarlo ni a quién contárselo. Los adultos deberíamos estar atentos y ser receptivos a sus sentimientos y comportamientos.
Al hilo de lo anterior, a continuación, detallo algunas pautas sobre cómo actuar si existe sospecha de posible abuso sexual a un/a menor.
- Evitar que el niño sienta que ha hecho algo mal. Es importante no enfadarse, y evitar una especie de interrogatorio al niño. Se puede preguntar qué ha sucedido, cuándo y con quién. No es aconsejable preguntar por qué ha sucedido.
- Tratar de no mostrar disgusto delante del niño. Los niños pueden sentirse fácilmente culpables y ocultar información.
- Tratar de no anticipar conclusiones basadas en información escasa o que no está del todo clara.
- Tranquilizar al niño diciéndole que se tomarán medidas, y contactar con alguien que pueda ayudarle, como un psicólogo, un médico, o la policía.
Nunca es demasiado pronto para enseñar a un niño a protegerse porque los abusos pueden tener lugar a cualquier edad. La clave es fomentar una buena comunicación con el niño, en un ambiente de confianza.
