La alimentación saludable, ¿es realmente sana?

Ortorexia

Cada día nos encontramos con más frecuencia personas que acuden a consulta refiriendo un  estilo de vida: COMER DE FORMA SALUDABLE.

A priori, puede parecer adecuado comer de forma saludable, alimentarnos de productos ecológicos, y no incorporar en nuestra dieta aquellos productos que no sean aceptados como alimentos saludables (para ello existen hasta aplicaciones, que con un código de barras, nos categoriza los alimentos que vemos en los supermercados, como aptos o no, para consumirlos), pero…

¿Dónde esta el problema?

La obsesión con ese estilo de vida, es una patología: la ORTOREXIA, pero… ¿qué es?

Esta patología se caracteriza por la presencia de una obsesión por alimentarse de forma sana, incluso cuando esa conducta deja de serlo. Las personas que lo padecen evitan de forma obsesiva alimentos que contienen o podrían contener conservantes, colorantes, pesticidas, grasas poco saludables, azúcares y/ sales. Además de una forma de cocinado que corresponda con esa focalización en lo altamente saludable.

El problema radica en los siguientes puntos:

  • Aislamiento social para evitar compartir espacios de comida con otras personas.
  • Pasar muchas horas al día, planificando o pensando en estas comidas “saludables“
  • Sentimientos de culpa cuando no se realiza la dieta de forma estricta.
  • Carencias nutricionales, que puede provocar enfermedades graves.
  • Obsesión por la imagen.
  • Conductas de comprobación constantes para obtener la información del alimento que se va a consumir.
  • Rechazo hacia alimentos que no estén categorizaos dentro de los “saludables”, siendo inconcebible para ellos comer algo fuera de ese extremo régimen

Por todo ello, no podemos hablar de un estilo de vida saludable sino obsesiva, donde las consecuencias de llevarlo a cabo, pueden resultar nefastas para la salud física y mental de la persona que lo padece.

Cabe destacar, que como con muchos otros trastornos de la conducta alimentaria, el uso de las redes sociales agrava esta patología.

  • Ver constantemente perdonas que viven por y para el “cuidado de la alimentación“ de forma obsesiva.
  • Idealizar esos comportamientos, alejándose de una actitud crítica ante este tipo de conductas.
  • En muchas ocasiones, extremar tanto la conducta alimentaria, llegando a desencadenar otros desórdenes alimentarios, principalmente: anorexia.
  • Uso de aplicaciones móviles de forma compulsiva, haciendo comprobaciones constantes de todo lo que se va a ingerir, agudizando de esta forma, la necesidad de ritualizar el acto de comer y conllevando consecuentemente al aumento de pensamientos obsesivos.

En general, este tipo de pacientes responden de forma adecuada al tratamiento, ya que dado el interés por llevar una vida saludable, cuando toman conciencia de que hacerlo de forma excesiva y con todas las complicaciones que conlleva, toman conciencia de que no es sano, puede ayudarlos a modificar conductas restrictivas y selectivas, por aquellas mas normales y saludables.

Es importante tener en cuenta, también, que la privación de consumir azúcar, puede ocasionar tomarlo de forma descontrolada en cualquier momento.

Tendríamos que reflexionar: lo que resulta supuestamente sano para la salud física, puede ocasionar patologías psicológicas.

Llevar una vida ordenada, comer de todo de forma moderada, hacer actividad física con regularidad, son condiciones fundamentales para tener una vida sana, física y psicológica.

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